Aconteceu assim: primeiro, me acabou o riso; depois, os sonhos; por fim, as palavras. É essa a ordem da tristeza, o modo como o desespero nos encerra num poço húmido.
Si tú te vas y yo también no quedará nada, ni los momentos buenos...
Una vez estuve a punto de atraparlo todo, una vez estuve a punto de entenderlo todo, pero como una señal tan pequeña como un gesto microscópico, sintomático, energético e histérico, la nada se quedó.
Y ahora yo me peleo por poderlos recordar... los momentos buenos.