domingo, 21 de marzo de 2010

Ventanas

Es un hecho asombroso y digno de reflexión que todo ser humano esté constituido de tal forma que siempre haya de ser un profundo secreto y un misterio para sus semejantes.

Cuantas veces entro de noche en una gran ciudad, pienso muy seriamente que todas y cada una de aquellas casas apiñadas en la sombra encierran su propio secreto; que cada habitación de cada una de ellas encierra su propio secreto; que cada corazón singular que late en cientos de miles de pechos que las habitan es, en elgunos de sus ensueños y pensamientos, un secreto impenetrable para el corazón más próximo.

CHARLES DICKENS




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